Monticeli cierra una etapa y se despide de los compañeros

Fueron muchos años y creo que llegó el momento de dar el paso al costado para que otros tomen la posta. Me inicié en esta hermosa tarea de servir y ser solidario allá por el año 1965 (era un novato) llevándome de la mano el compañero BONIFACIO PANIAGUA, para quien tengo un cariñoso recuerdo junto con CARMEN PÁEZ, cuando todavía era la Asociación Judicial de la Tercera Circunscripción; viajé por primera vez a Corrientes, representando a esta Circunscripción junto con CARLOS AVALOS, quien posteriormente sería nuestro primer Secretario Seccional en el año 1970.
Luego vinieron años de verdadera lucha que me hicieron adquirir experiencia y así aunque me temblaron “los caracú” dialogué de igual a igual con Adolfo Navajas Artaza, por entonces Gobernador de Facto de Corrientes. Después vinieron años de aprendizaje con mi gran “maestro” JULIO RAMÍREZ, quien fue por dos períodos consecutivos Secretario Seccional y yo su Secretario Administrativo, para entonces ya teníamos constituido el SINDICATO DE TRABAJADORES JUDICIALES DE CORRIENTES, así entablamos una lucha por conseguir la Ley de Enganche o Ley Porcentual, las más justa y equitativa en cuanto a salario y allí aprendí a dejar de lado todo lo que sea política partidaria y nuestra única meta era cumplir con lo que resolvía la SOBERANA, es decir, LA ASAMBLEA. Allí afloró el temple de sindicalista de Don Julio Ramírez quien no tuvo temor a nada y luchó contra la tozudez de su amigo y gobernador de su mismo partido Don Julio Romero a quien le ganamos la pulseada.
Llega el golpe de estado y comienza el famoso proceso de reorganización nacional que descabeza nuestro sindicato. Para ese entonces yo ocupaba una Vocalía en la Comisión Central y quedamos al frente del Sindicato el compañero ADAN RODRÍGUEZ a cargo de la Secretaría General y yo como Secretario Adjunto, en el período que va desde 1976 a 1983 sostuvimos el Sindicato que solamente contaba con 36 socios, los demás habían renunciado, el temor era grande y a nadie le echo la culpa.
Con el advenimiento de la democracia en 1983 ya estando en el gobierno de José Antonio Romero Feris logramos la más grande conquista del trabajador judicial correntino LA LEY Nº 3924 de ENGANCHE. Antes de eso habíamos conseguido con el Gobernador de Facto, el Gral. Pita, una especie de la Ley Porcentual que también nos trajo muchos beneficios. Ese trabajo con sacrificio y de no bajar los brazos en épocas muy duras –que no viene al caso comentar porque todos conocemos y de alguna manera las hemos vivido- hizo que la masa de afiliados ya aumentara a 360 y nos premiara a Adan y al suscripto para seguir rigiendo los destinos de nuestra Institución por un período elegido en elecciones estatutarias.
Ya más adelante fui electo por dos períodos como Secretario Seccional continuando siempre en la línea que nos fijamos al construir el SITRAJ, el de servir y no ser servido y ser por todas las cosas solidario y sin compromisos con ningún partido político, ni dirigentes de turno, porque es la única manera de que nadie te pase la factura. Lo demás es historia reciente, volví a ser Secretario Adjunto de la Conducción Central y en la actualidad por la voluntad de ustedes Vocal 1º.
Considero con toda honestidad y con el corazón en la mano que el ciclo está cumplido y que sin entrar a dar nombres, muchos de mis queridos compañeros de esta Seccional están en condiciones de continuar la lucha y en mejores condiciones que yo, que mi salud está un poco quebrantada.
COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS, LOS MÁS ANTIGUOS ME CONOCEN BIEN, SABEN QUE SIEMPRE FUI SINCERO Y MI LUCHA FUE Y SERÁ PARA QUE EL TRABAJADOR JUDICIAL ESTÉ “SIEMPRE MENOS MAL QUE LOS DEMÁS SIN DESMERECER A NADIE Y DESPRENDIDO DE TODO EGOÍSMO”. He querido que todos mis compañeros tengan el mismo derecho -y se lo han ganado- a dar una buena educación a sus hijos y que sean útiles a la sociedad y a la patria, es por ello que les pido como un compromiso de corazón que cada uno de ustedes nunca deje caer la bandera y principio del SITRAJ, que debe ser norma rectora de nuestra vida y que a la vez es el patrimonio de todos los judiciales correntinos, sigamos unidos que es la única manera de triunfar en esta lucha tan desigual.
Tal vez sea una inútil repetición para los viejos compañeros que ya conocen la película desde hace tiempo, pero me preocupa los nuevos compañeros que seguramente no están bien informados de cómo se dieron los hechos aludidos. Creo que es importante que ellos sepan que costó mucho esfuerzo, mucha dedicación y una clara sintonía entre los Afiliados y Dirigentes del SITRAJ, de mutuas consultas y respeto con juego limpio que impidió cualquier tipo de desviación para arribar de común acuerdo a la meta final.
Esto no quita que reconozca haber cometido errores a lo largo de esta dilatada trayectoria, afirmar lo contrario sería caer en el viejo pecado de la “soberanía humana” pero quiero reafirmar que siempre obré con recta intención, pensando en el conjunto de los judiciales y teniendo en cuenta valores Cristianos profundamente enraizados en mi espíritu.
Por eso me voy, sereno y con conciencia tranquila, porque creo haber hecho mi pequeño y humilde aporte.
Nunca busqué aplausos ni alabanzas, sino el compartir una labor en la búsqueda de justicia para todos, quiero irme en silencio y es por eso que les digo con toda sinceridad y el corazón en la mano: no deseo ninguna clase de homenaje ni despedida, sólo el recuerdo de cada uno de Ustedes.
LOS ABRAZO A TODOS MUY FRATERNALMENTE. HASTA SIEMPRE.
RAMON IGNACIO MONTICELI
Curuzú Cuatiá, octubre de 2007