jueves, 7 de agosto de 2008

La Rioja: Ulises Gorini presenta "La otra lucha"

Convocados por el Gremio de Empleados Judiciales de La Rioja, La Asociación Mariano Moreno Biblioteca Popular y la Federación Judicial Argentina; Ulises Gorini -autor del libro - junto a Marcela Deledo, integrante de la Asociación Madres de Plaza de Mayo Filial La Rioja y el Secretario general de la Federación Judicial Argentina, Jorge Izquierdo presentaran "La otra Lucha" hoy a las 19.00 en el salón principal de la biblioteca popular Mariano Moreno. (peatonal 9 de Julio 59, La Rioja)
"La Otra Lucha" es la investigación de la historia de las Madres de Plaza de Mayo a través de documentos y testimonios.
Ulises en una de las presentaciones de "La Otra lucha" afirmó:
"El último jueves bajo la dictadura Hebe de Bonafini declaró que a partir de la asunción de Raúl Alfonsín comenzaba, para las Madres, "otra lucha". El movimiento de las Madres había surgido en la peor etapa de la represión como respuesta impensada a la desaparición de sus hijos. El discurso, las formas de lucha, en fin, el conjunto de sus prácticas políticas se habían definido en confrontación con la dictadura. Pero ahora que ese enemigo se replegaba y se producía un recambio en el poder político, ¿cómo impactaría en ellas ese pasaje institucional? ¿Debían modificar su discurso y aquellas prácticas alumbradas bajo el terrorismo de Estado?
Situadas en esa frontera que la historiografía tradicional define como "transición a la democracia" y los autores vinculados al pensamiento crítico denominan "postdictadura", las Madres comenzaron un proceso de redefinición de su movimiento que intentaría dar contenido a esa "otra lucha". ¿Qué debían hacer, cómo plantarse frente a la Conadep, al juicio a las juntas militares, a la exhumación de cadáveres, a las leyes de impunidad? Diferencias internas, primero apenas perceptibles, luego inocultables, terminaron cristalizando en una división y en dos identidades rotundas: por un lado la Asociación Madres de Plaza de Mayo liderada por Bonafini, por otro, el sector reunido bajo el nombre Línea Fundadora.
En ese instante del enfrentamiento interno, algunas madres mirarían hacia atrás en su historia y recordarían los hechos que se reseñan en el capítulo La lista, un momento dramático y desconocido de sus vicisitudes, en el que muy tempranamente se toparon con la posibilidad de una ruptura, pero que, entonces, en 1980, todavía bajo el poder de fuego de los militares, habían logrado evitar.
La otra lucha, continuación de La rebelión de las madres, primer tomo de la Historia de las Madres de Plaza de Mayo, abarca desde los primeros años del período post dictatorial hasta el momento exacto en que se produciría, esta vez de modo inevitable, la división de este movimiento de mujeres. En ese sentido, el libro es una aproximación al momento fundacional de un ciclo histórico del país -que en diciembre cumplirá 25 años- y, a la vez, es un intento por explicar el enfrentamiento interno que terminó desgarrando el pañuelo blanco."
Ulises Gorini nació en La Plata en 1955. Es abogado, docente y periodista especializado en derechos humanos. Escribió, entre otros libros, "Lilí, presa política", "El Encubrimiento", "Tópicos Utópicos" y "A contrapelo, conversaciones con Osvaldo Bayer" y La Rebelion De Las Madres. Tomo 1 1976 – 1983, del que "La Otra Lucha" Tomo 2, es continuación.
Actualmente se desempeña como director del periódico "Acción"; es Asesor legal de la FJA, y por supuesto un excelente compañero de los trabajadores judiciales, como breve síntesis de su biografía.

viernes, 1 de agosto de 2008

Re-donemos el terraplén

Mientras el país se apasiona con la llegada de Messi a China para participar –por fin- de la selección argentina en los Juegos Olímpicos; algunos siguen el encuentro de la presidenta y su vice; otros nos horrorizamos ante el probable destino de dos hermanitos desaparecidos al momento del homicidio de sus padres o el descuartizamiento de una turista en Brasil y en el medio del fárrago de noticias hay una que podría pasar desapercibida en el montón.

Estoy hablando de la “extraña conducta” de concejales de Concepción que votaron para que la Municipalidad acepte en donación el famoso terraplén construido por Forestal Andina.

Sin tiempo para demasiados análisis, reflejo las dudas que se me vienen a la cabeza al leer tan mala noticia. ¿Cómo se puede donar algo que la justicia ordenó sea destruido? ¿No habrá gato encerrado, porque si el Municipio acepta semejante cosa no será más bien como comprarse un buzón? Digo, porque entonces se transferiría así a los vecinos de Concepción el costo que demande cumplir la orden judicial de destrucción?

Otra pregunta surgida desde el sentido común (ese que pareciera ser estuvo ausente el día de la sesión de marras), ¡¿cómo se puede aceptar en donación un terraplén como ese?! Es un montón (enorme) de tierra removida y apelmazada que genera un desnivel en el terreno y funciona como divisoria de aguas en medio de los esteros del Iberá permitiendo el tránsito sobre el terraplén.

Me pregunto, cuál es el objeto de la donación: el montonazo de tierra o el suelo sobre el que se asienta el terraplén? Y de paso me pregunto, qué pasa con las zonas aledañas al mismo? También fueron parte de la liberalidad? Si así fuera me gustaría saber en qué extensión, porque en una de esas podemos hacer una re-donación y traspasar a los lugareños la propiedad de todo eso y consagrar la vigencia efectiva de la nueva Constitución Provincial que reconoce el dominio ancestral de los lugareños, especialmente aquellos que habitan en la “zona de guerra” en el medio de los dominios de Tompkins y la Forestal Andina.

Tal vez ese sea el camino y por vía del mismo absurdo en que incurrieron los concejales tal vez podamos lograr una solución justa al despojo que sufrieron los lugareños: re-donemosles esos terrenos, la montaña de tierra a la que seguro le podrán sacar alguna utilidad, o tal vez puedan ellos mismos organizarse y cobrar peaje no sólo a los turistas, sino cada vez que las maquinarias, camionetas, hacienda y personal de esas dos mega-empresas multimillonarias que se han asentado en esa zona provocando tantos estropicios quieran usar el terraplén deberán pagar.

Eso sí, debería ser una donación con un cargo: para que no se diga que los correntinos violamos los derechos de los extranjeros no se permitirá cobrarle a Tompkins en dólares. Aunque el yanqui cobre en esa moneda la estadía de los tours ecológicos que organiza para promocionar a la parejita de simpáticos osos hormigueros que “plantó” en los esteros, nada de intentar apropiarse por vía indirecta de esas rentas con destino al extranjero. Total, ya sabemos que somos todos iguales, pero algunos son más iguales que otros y no vamos a cambiar eso justo ahora.

Me queda una última duda, ¿quién se va a hacer cargo de los gastos de mantenimiento del terraplén una vez que dejen de pertenecer a la Forestal Andina? La Municipalidad de Concepción o pagarán de su propio peculio los señores concejales que tan irresponsable decisión adoptaron?. Se me acaba de ocurrir una solución también para eso: si se implementa lo del peaje del terraplén, que se estipule destinar un porcentaje –pequeño para no mermar los potenciales ingresos de los lugareños- para mantener el terraplén y podría destinarse otro poquitito como una especie de sobre-sueldo o compensación para esos señores concejales para que, luego de tanto esfuerzo y dedicación, puedan tomarse una larga –muy larga licencia, así Concepción también logra un merecido descanso de tan afanosos esfuerzos.

ARACELI FERREYRA